Charlie y Julia, dos madres ultraconservadoras y piadosas, están muy decepcionadas con sus hijastros. ¡Han pillado a estos pequeños pervertidos viendo porno! Para reconducirlos, las suegras deciden castigarlos con un método original: obligarles a ver esta película invitándoles a comprender que es repugnante y que es el principio del descenso a los infiernos.
Pero cuidado, este plan tan sucio les sale por la culata a las zorras, ¡porque acaban mojándose como perras ante esta situación ultra desagradable!